EL CARDENAL FERNÁNDEZ SOBRE LOS “CAMBIOS DE SEXO”: PODRÍA HABER CASOS “FUERA DE LA NORMA”

El Cardenal Fernández sugiere que en ciertos casos podría ser moralmente lícita la cirugía para el mal llamado "cambio de sexo".

 El Cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha ofrecido recientemente una conferencia en la Facultad de Teología Católica de Colonia. El texto está publicado en el sitio web del Vaticano en idioma italiano y alemán. El título de la conferencia: La dignidad ontológica de la persona en Dignitas infinita, algunas aclaraciones.[1]
Cardenal Víctor Manuel Fernández Cambio de sexo
Cardenal Víctor Manuel Fernández

En la última parte de su ponencia, hablando del cuerpo como partícipe de la dignidad de imagen de Dios, el Cardenal Fernández recuerda que el documento Dignitas infinitarefuta la ideología de género y el cambio de sexo” como consecuencia de esta verdad revelada. Citando Amoris laetitia[2], añade que “lo creado nos precede y debe ser reconocido como don”, y que “somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y esto significa, ante todo, respetarla y aceptarla así como ha sido creada.”

Hasta aquí, ninguna novedad, pero más adelante añade lo siguiente:

Cuando el documento [Dignitas infinita] usa la expresión “por regla general” [en italiano, “di norma”], no excluye que haya casos fuera de la norma, como fuertes disforias que pueden llevar a una existencia insoportable o incluso al suicidio. Estas situaciones excepcionales se deben valorar con gran cuidado[3].

El enunciado concreto de Dignitas infinita al que hace referencia el Cardenal Fernández se encuentra en el número 60 del documento y dice así: “De ahí que toda operación de cambio de sexo, por regla general, corra el riesgo de atentar contra la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción” (énfasis añadido).

Lo que ha sorprendido a muchos es la novedad de que se abre una puerta para que, en algunos casos, como fuertes disforias de género, se considere lícito no ajustarse a la norma de que el cuerpo debe ser aceptado y respetado “así como ha sido creado por Dios”.

Si leemos con atención el texto de Dignitas infinita (también preparado por el Cardenal Fernández), nos daremos cuenta de que en la misma redacción estaba ya preparado el terreno para que se añadieran futuras excepciones a la norma. Lo que en aquel momento pasó desapercibido, hoy aparece con mayor claridad.

Dignitas infinita dice: “por regla general”, lo que en español se puede entender como “no necesariamente siempre”, sentido que parecen confirmar las versiones oficiales en francés y portugués[4]. La misma idea parece encontrarse en la expresión “corra el riesgo de atentar contra la dignidad” de la persona. Pues no es lo mismo afirmar que toda cirugía de “cambio de sexo” es contraria a la dignidad de la persona, que afirmar que en estas cirugías se “corre el riesgo” de atentar contra ella. A la luz de lo dicho por el Cardenal Fernández en su conferencia en Colonia, cabe hacerse la pregunta: ¿estaba ya planeado al momento de redactar Dignitas infinita el abrir la puerta para que en ciertos casos se considere moralmente lícita la mal llamada cirugía de “cambio de sexo”? Tratando de ir más al fondo, también sería justo preguntar: ¿habrá otros casos en los que, resultando subjetivamente muy difícil para algunas personas el respetar su propia “dignidad infinita” o la de otros, se pueda hacer una excepción a la norma? ¿cómo habría que valorar las situaciones en que una enfermedad física o mental, o alguna tragedia o tribulación puedan llevar a una “existencia insoportable”?

Un sacerdote bueno y con alta formación académica, ha dicho que el error clave del Cardenal Fernández en este asunto es “legislar y teologizar partiendo de la autoapreciación subjetiva de las personas”. De haber sido este el modo de razonar propio de los grandes teólogos y santos pastores católicos, no habríamos tenido que esperar dos mil años para que se enseñara en la Iglesia que los mandamientos de Dios se pueden desobedecer en ciertos casos, como cuando a las personas les resulta realmente difícil cumplirlos. ¿Y ahora qué hacemos con la enseñanza del Concilio de Trento, que afirma dogmáticamente que todos los mandamientos de la ley de Dios se pueden cumplir con la ayuda de la gracia?[5]

Es claro que lo afirmado por el Cardenal Fernández en su conferencia no es Magisterio de la Iglesia; por tanto, ningún católico está obligado a compartir esa opinión. Tampoco es una falta de respeto al Cardenal sostener que su afirmación de que puede haber casos “fuera de la norma” por lo que respecta al supuesto “cambio de sexo”, contradice la ley natural y los mandamientos divinos. Se puede, incluso, estar en desacuerdo con que documentos oficiales de la Santa Sede utilicen la expresión “cambio de sexo”, ya que la biología elemental basta para demostrarnos que una mutilación de los órganos sexuales no cambia realmente el sexo de la persona.

Llama la atención, sin embargo, que el texto esté publicado en el sitio web oficial de la Santa Sede. En el estado de salud en que se encuentra actualmente el Santo Padre, seguramente le será imposible estar al tanto de cada documento publicado en la web oficial. Y si después del Papa, quien tiene la tarea de cuidar la integridad de la doctrina es el mismo Cardenal Fernández, no es probable que vayamos a ver pronto una clarificación (mucho menos una corrección) sobre este punto.

Mientras llega el día en que esta y muchas otras cuestiones de fe y costumbres finalmente se aclaren, lo mejor es permanecer firmes en la doctrina que la Iglesia siempre ha enseñado, y esforzarnos por vivir y enseñar los mandamientos de la ley de Dios tal como la Madre Iglesia siempre los ha interpretado. No sea que, con todo y dignidad infinita, vayamos a parar a donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

[1] Dignitas infinita, es el nombre de una Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la dignidad humana, publicado el 2 de abril de 2024.

[2] Amoris laetitia es una Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco sobre el amor en la familia, publicada el 19 de marzo de 2016.

[3] El original en italiano dice: Quando il documento usa l’espressione “di norma”, non esclude che ci siano casi fuori della norma, come forti disforie che possono portare ad una esistenza insopportabile o persino al suicidio. Queste situazioni eccezionali si devono valutare con grande cura.

[4] La versión oficial en inglés dice: as a rule; la versión italiana: di norma; la versión francesa: en règle générale; y la versión en portugués: normalmente.

[5] Si alguno dijere que es imposible al hombre aun justificado y constituido en gracia, observar los mandamientos de Dios; sea excomulgado. Concilio de Trento, Decreto sobre la Justificación, Canon XVIII, Sesión VI, 13 de enero de 1547.

Autor: Padre Juan Razo García.

12 comentarios

  1. Que le puedo decir padre Juan en relación a esto..
    . Bueno creo que en una parte de la biblia dice, Que tu si sea Si y tu no sea No…o algo por ahí. Solo puedo decir que Yo soy uno de los pecadores mas grandes que existen. Que he cometido todo tipo de pecados, y que si bien estoy arrepentido. Cada dia de mi vida debo luchar con estas tendencias. Y si no hubiera recibido mensajes como el de Ud y el de muchos sacerdotes que estan en la lucha.
    Este tipo de comunicados habrian sido el terreno fertil para dejarme llevar por todas mis miserias. Al fin y al cabo uno siempre le termina hechando la culpa al empedrado del camino por el poco avamce….
    Un abraso fraterno, Dios lo bendiga, y gracias a Ud y a muchos Padres que se encuentran defendiendo la sana Doctrina

  2. Muy buena la observación. Esta visión de la subjetividad como factor de relevancia para la modificación de las normas, coincide perfectamente con la visión del wokismo y su guerra cultural contra la moral occidental

    • Mi humilde opinión es que, en lugar de tratar de “DEFINIR” (?) en qué casos sería lícito hacer lo que va en contra de los Mandamientos de la Ley de Dios, todos los Cardenales, Obispos, Sacerdotes y Religiosos deberían hacer ENFASIS en hablar más sobre las infinitas GRACIAS que Dios otorga a quien de corazón las pide y ruega a Dios con un corazón contrito y humillado, que reconoce sus debilidades y sufre por ellas… Yo creo somos todos…todos somos pecadores. Pero la Misericordia de Dios es muy grande con quien como el publicano reconoce sus errores. Totalmente de acuerdo con la nota 5 sobre el Concilio de Trento. Me preocupa quién está dirigiendo la Iglesia ahora que el Papa está tan enfermo???

      • Gracias padre Juan por siempre trabajar en ayudarnos a ver las cosas más claras a la luz de los tiempos que nos ha tocado vivir.
        Para mí es una penitencia enterarme de las opiniones o de las ocurrencias de los modernistas dentro de la Santa Madre Iglesia. Lo que hay que soportar!
        Nos toca aprender, formarnos y pedir al Señor que nos ayude a discernir lo que viene de Él para alimentar el alma y lo que debemos rechazar por la salud de la misma.

        Dios le bendiga.

      • Que lastima, se falta el respeto escribiendo tonterías sobre todo el la web oficial del vaticano aprovechando que el Papa no puede revisar lo que es escriben se aprovechan de su estado de salud. Oremos y mantengamos firmes 🙏🏽.

  3. Hola Padre Juan, como siempre muy acertado en su comentario. Seguimos rezando por la iglesia y sus pastores. Dios lo siga bendiciendo. Amén

  4. Todo aquel que no persevera en la doctrina de cristo, sino que se aparta de ella, no tiene a Dios. Si viene alguno a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo resibáis en casa. Porque quien le recibe, comunica en cierto modo con sus acciones perversas.

  5. Pero aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo, si posible fuese, os predique un evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea maldito. Ya está lista la sentencia para éstos lobos disfrazados de ovejas.

  6. Hola Padre Juan,esto me llena de triztesa no lo puedo creer,es inaudito que easto salga de la persona que esta encargada Del Vicasterio para la fè. Que Dios , lo cuide y. lo bendiga un abrazo con mucho cariño.

  7. Padre Juan, muy acertado su análisis.

    mi comentario es ques veo que también nos estarian allanando el camino para que la excepción (por lo general), en la práctica se vuelva la norma.

    porque quien va a poner límites en las interpretaciones?

    ni imagino quienes se van a lucrar y que tanto con las cirugías masivas de cambio de sexo.
    el cuerpo humano transformado en una mercancía.

  8. Homo omnium rerum mensura est («El hombre es la medida de todas las cosas») decía el Protágoras.
    Ya se ve que el sofisma campa a sus anchas en ciertas páginas web, otrora tan edificantes y dignas de confianza.
    Sólo hay refugio y paz en Jesús Sacramentado, la protección de la Virgen Santísima y la doctrina que la Iglesia siempre ha enseñado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *